La era del dato único: por qué su empresa pierde dinero con cada ticket en papel

En un entorno empresarial donde la inteligencia artificial optimiza la logística y el análisis de datos define la estrategia de ventas, persiste una sorprendente paradoja en el corazón de muchas compañías: la gestión de gastos de empleado. Mientras la innovación impulsa el negocio hacia adelante, el departamento de administración a menudo sigue anclado en procesos manuales que no solo frenan la eficiencia, sino que representan una fuga de capital constante y silenciosa.

Como líderes del mercado español en la recuperación de IVA, en 60dias hemos identificado una realidad incontestable: la gestión de gastos ya no es un simple trámite administrativo, es una función estratégica. Sin embargo, su potencial sigue bloqueado por una dependencia del papel que ha dejado de tener sentido.

El 90% de sus gastos ya son digitales. ¿Por qué su proceso no lo es?

El primer mito que debemos derribar es que la gestión de gastos es un mundo de tickets físicos. Nuestros datos demuestran lo contrario: más del 90% de los gastos que gestionamos para nuestros clientes ya nacen en formato digital. Facturas de proveedores, suscripciones a software, reservas de viajes, compras online… la inmensa mayoría de las transacciones B2B ya ocurren y se registran en un entorno digital.

El problema, por tanto, no es cómo digitalizar una montaña de papel, sino cómo gestionar de forma inteligente un flujo de datos que ya es mayoritariamente digital. Ese menos del 10% de tickets físicos que aún perviven son simplemente el último eslabón de una cadena que debe ser 100% digital. En nuestras oficinas, nos encargamos de cerrar ese círculo, digitalizando los últimos comprobantes para integrarlos en un ecosistema sin fisuras.

Integración es la clave: La tecnología debe adaptarse a su empresa, no al revés

Uno de los mayores frenos para la modernización es el temor a implementaciones tecnológicas complejas y costosas que obliguen a los equipos a cambiar por completo su forma de trabajar. Se teme que un nuevo software no se comunique con el ERP existente, que los formatos no sean compatibles o que la curva de aprendizaje sea demasiado pronunciada.

Este enfoque es erróneo. La verdadera innovación no consiste en imponer una nueva herramienta, sino en ofrecer una solución que se integre de forma invisible. En 60dias, hemos construido nuestro liderazgo sobre este principio: nos adaptamos a nuestros clientes. Con una red de más de 30 partners de gestión de gasto, trabajamos con cualquier aplicación, archivo o formato que la empresa ya utilice. Nuestro sistema se integra con todos los sistemas del mercado, incluido SAP, garantizando que el proceso de contabilización de las remesas de IVA recuperado sea fluido y no genere fricción.

Más allá de la eficiencia: el coste real de no recuperar el IVA

El debate sobre la digitalización no puede limitarse a las horas de trabajo perdidas. El verdadero coste de un sistema manual es el dinero que se deja sobre la mesa. Cada ticket que se pierde, cada gasto que no se justifica correctamente y cada factura que no se procesa a tiempo es una cantidad de IVA que su empresa podría haber recuperado y que, en su lugar, se convierte en un gasto irrecuperable.

La suma de estas pequeñas cantidades puede alcanzar cifras sorprendentes a final de año. Transformar la gestión de gastos no es una inversión en modernidad, es una decisión financiera de primer orden para maximizar la liquidez y optimizar los recursos fiscales.

El futuro es ahora: convierta un centro de coste en una fuente de valor

Las empresas que liderarán el mañana son aquellas que entienden que cada proceso interno, por pequeño que parezca, es una oportunidad para generar valor. La gestión de gastos de empleado es el ejemplo perfecto.

En 60dias, acompañamos a nuestros clientes en esta transición, ayudándoles a dejar atrás los procesos manuales para entrar de lleno en una nueva era digital. Una era donde la información fluye sin obstáculos, donde la tecnología se adapta a las personas y, sobre todo, donde un trámite administrativo se convierte en una palanca estratégica para la recuperación de capital. La pregunta ya no es si su empresa puede permitirse dar el paso, sino cuánto tiempo más puede permitirse no darlo.